Pretendiamos hacer algo inusual con lo que encontrasemos en el suelo, en este caso utilizamos las hojas caidas de los árboles.
Ángel nos dijo que hiciesemos una línea recta, pero nosotros decidimos revelarnos y hacer una flecha. Al final le pareció una genial ideal (menos mal)
Como anécdota, los turistas principalmente asiaticos, se paraban para contemplar nuestra flecha y realizarle una sesión fotográfica.